San José, además de ser patrono de la Iglesia Universal. Ocupa en la Congregación un lugar privilegiado como patrono de la Congregación y de las vocaciones.

En la tradición Rogacionista, la devoción a San José es de suma importancia porque el padre Aníbal era muy devoto de él; devoción que difunde a sus hijos espirituales. Por esa razón, hoy en el día de la solemnidad de san José haremos recuento de las devociones que se practican en la comunidades de rogacionistas en torno a san José.

Antes de hablar de las practicas, es necesario hacer mención del lugar que ocupa en la congregación, porque el padre Aníbal le ha puesto como patrono secundario de la congregación, y guía de las vocaciones.

El padre Aníbal hace una analogía para dar cuenta de la intercesión de san José en los comienzos de las comunidades. “El Santo Patriarca la cuidó como si hubiese confiada el Corazón Santísimo de Jesús y su Divina Esposa María desde su primer comienzo. A san José fue confiada la plantita, y él la protegió amorosamente entre los vientos y tempestades. Cuando la tierra alrededor era árida arena, él la regaba con el rocío matutino; cuando el sol ardiente amenazaba con secarla, él le hacía sombra con su manto; cuando el transeúnte quería arrancarla o sin querer pisarla, él con mano poderosa la defendía, cuando los animales peligrosos amenazaban con devorarla, él los rechazaba hasta los abismos; cuando torrentes impetuosos estaban para abrumarla, él acorría para hacerle diques poderosos. ¡ay! Él la creció como Jesús y María la querían. Él reforzó las raíces, hizo extender sus ramos, hizo madurar sus frutos.”

La devoción a san José era ya una devoción que había practicado desde el seno de su familia, cada año en la fiesta de san José toda su familia hacía una consagración al santo, práctica que heredaron los Rogacionistas y las Hijas del Divino Celo al renovar devocionalmente sus votos religiosos en ese día y en los inicios de la comunidad era la fecha para la profesión de los votos religiosos.

También se encomendó al cuidado de san José la primera comunidad de las hermanas, llamado “el Pequeño Refugio de San José” posteriormente se hará el patronato de san José de las dos congregaciones.

Mientras que, en el contexto de las prácticas devocionales, una de ella que realiza las comunidades es después de recitar el angelus, se hacen tres glorias a san José.

Una segunda practica devocional es la renovación de los votos de pobreza obediencia castidad y la obediencia al Mandato Divino: el Rogate. La consagración se lleva a cabo al concluir la celebración de la Eucaristía. En esa misma celebración se realiza el rito para encender la vela de las vocaciones que se mantiene ante la imagen de san José durante todo el años para pedir su intercesión por las vocaciones y la guía de los hermanos de la comunidad. De mismo modo se recurre a san José para pedir la gracia de la virtud de la vida interior.

Para concluir tomamos una parte de la oración para encender la vela de las vocaciones, encomendándonos a su guía, protección y a la intercesión para obtener santas vocaciones.

“Desde este último pobre jardín,

Si a ti también viene el humilde deseo,

Si mucho quieres aquella palabra,

del divino celo del Hijo de Dios,

si aquella lámpara que a tu alrededor arde

Noche y día te pide Elegidos por favor,

muéstranos tu favor.

¡Oh fidelísimo Cofundador!"

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo... (x3) 

Envía Señor, apóstoles santos a tu Iglesia.